domingo, 13 de noviembre de 2011

El túnel del tiempo

Dudaba si titular esto así, o hacer algún juego de palabras con las “Cartas del Diablo a su sobrino”, libro de Carroll que alguna vez lei; como no se me ocurre nada rápido quizás lo deje como “El túnel del tiempo”, sino será algo así como “Cartas del soldado a su familia”.

Lo cierto es que encontré, entre todas las cosas que encontramos en la casa de nuestros padres al levantarla, una pila de cartas escritas por mí, de puño y letra, durante mis primeros días como colimba (técnicamente, “Servicio Militar Obligatorio”, para los jóvenes y los amigos de otros lugares, “Conscripción” si se quiere así, y COrran-LIMpien-y-BArran para todos).

A principios del año 83, tuve la suerte de ser incorporado a las filas del Ejército Argentino, que ya no tenía los nobles ideales de su fundación, pero si mantenía las antiguas costumbres prusianas, y durante los 14 meses de mi vida de los que menor cantidad de recuerdos guardo, fui soldado.

¡Soldado clase 64 Laporonga, mi cabo primero! Y ya que estamos, por que no me chupas bien los huevos, y te vas a la mierda vos y tu madre y tu hermana, y la colección de sifilíticos que tendrás como parientes, se van todos a la concha de todas sus hermanas y a las reputísimas madres que los recontra remil recontra parieron a todos hijos de de un vagón de cabras putas en celo.

Perdón, se me escapó, tenía atravesadas algunas cosas que en su momento no pude decir. Desde el teniente primero Hector Raúl Francisco Laporonga (si, compartimos el apellido, pero no somos parientes), hasta el cabo primero (N° 8) Juárez (si, vos, que te decíamos N° 8 porque eras la bola negra del cuartel), a todos los que vi de cerca y tuve que sonreírles y festejarles sus gracias, desde el “si digo carnaval me aprietan el pomo”, “el soldado debe ser una pelota de nervios y no un pelotudo nervioso”, “gracias hacen los monos”, “los que estén en la facultad un paso al frente … a limpiar los baños ahora”, “acá se viene a servir a la patria, tagarna” (a la que me hiciste servir yendo a pagar los resúmenes de tarjeta de crédito, así supe cuanta plata de peluquería gastaba tu reputísima madre), y hablando con otros que vivieron el infortunio antes y después, parece que los hits no se renuevan desde la época de Sarmiento.

Volviendo a lo nuestro, encontré poco más de una docena de cartas. Se ve que tenia buena vista, porque hacia la letra chiquita, ¡como me cuesta leerlas!. Alguna de las primeras esta borroneada, alguna a tal punto que no termino de deducir las frases incompletas. Quizás haya habido alguna lágrima mía, quizás alguna de los que las leyeron. No voy a transcribirlas todas, solo como ejercicio de la memoria, y para facilitar la comparación del estilo literario (si es que a alguien le importa eso), voy a transcribir una hoy, y quizás otra algún día de estos. Nada prometo.

Santa Rosa, 8/3/83

Querida familia: c/seguridad esta es la última carta q’ escribo desde el cuartel, puesto que mañana nos vamos al campo.

Anoche llovió (cosa rara acá) y no saben como llovió. Estuvo pesado todo el dia de ayer y habian caido un par de gotas a la mañana y despues salio el sol. A la noche se tapo y a la madrugada se largo una q’ ni les cuento. Según obreros q’ están laburando aca cayeron 37 milim. (en 2 horas) con viento. Acá hay agua por todos los pasillos y se rompieron unos cuantos vidrios. Tambien se volo una puerta. Ahora sigue nublado y llueve de a ratitos, asì q’ por ahora estamos adentro (no saben q’ hacernos hacer) aprovechando para escribir, lavar ropa, etc.

Estoy c/un resfrio de la gran puta. Anoche me mojè un poco. El agua entro por un par de puertas sin vidrios, cruzo un pasillo de 4 metros y golpeaba contra un par de ventanas chiquitas (50 x 1m) (esas q’ se abren con una soguita y me salpico todo (la ventana esta a la altura de mi hombro).

Por primera vez desde que estoy aca soñé, pero no me acuerdo c/que o c/quien. ¿Me estarè adaptando?. Ya es hora. Hoy a la mañana no me podía despertar. Tarde en ponerme los borceguies estos y me quedè sin ir al baño => ergo, anduve como un zombie hasta después del desayuno.

Según parece puede ser q’ se postergue 1 o 2 dias la ida al campo, si no se seca el suelo. Parece q’ el campo queda a 3 cuadras de un cuartel (el de Toay), asì que tan lejos (de la civilizacion) no voy a estar. Supongo q’ algunos soldados viejos q’ van c/nosotros se ocuparan de tirar cartas, comprar cosas, etc. Que suerte, dentro de todo.

Recien me acaban de entregar el sobre c/cosas de la facultad, una nota de mami (bastante mas tranquila parece) y la de Mechi (c/la que me he cag… de risa), me ha levantado el animo, casi se merece una carta aparte para ella sola, se la prometo ahora, ya verè cuando la escribo).

Ya guarde en el cofre de un porteño las fotocopias, q’ espero me sean de utilidad alguna vez.

Misteriosamente el sobre llegó abierto (Roto) en una punta y cerrado c/ cinta scotch). No se si pensar q’ usaron un sobre roto o si son muy curiosos en el cuartel.

Sorry por la letra (de la que se queja mechi) pero asi aprovecho mucho màs el papel.

Saludos a Marcela, M. Elena, la susodicha, Cec. Cerecedo y Nico y cualquier otro q’ pregunte x mi; hay que quedar bien c/ todos.

No se entiende nada. Recien nos entregaron el equipo para el campo (un bolsón enorme q’ no se que carajo tiene, pesa 6 kilos + o -. Parece q’ nos vamos a la noche, o a la tarde, o mañana o pasado o el viernes. Ahora estoy esperando q’ llegue Mallet (quedo en venir esta mañana, ahora son las 10:15, asi q’ me voy despidiendo)

Nos vemos prontito (en alguna visita) no se bien el horario, pero vénganse a eso de las 2 P.M.
Un beso enorme a c/u y uno màs a Mechi (x su carta). Un abrazo al viejo, que lo extraño (a èl y a los Parissien)

Juan

PD: ¿Cómo le fue al tano c/ sus exámenes?. Q’ escriba.
¿Cómo le va al enano apestoso en el collegge?.
¿Sigue enano todavía?
Otra vuelta de besos (paga la casa)

Juan

Las cartas mándenlas normalmente

Juan

Bueno, esta es la que les comparto, las otras las leí recién. No sé si decir “se las evito” o “me las reservo”; no aportan mucho, excepto desempolvar algunos recuerdos, notar algunos olvidos notables (en un par de cartas menciono a “la susodicha” que mi hermana mayor sabia quien era y espero pueda recordarme, porque parece que tenía alguna importancia especial para mí, pero ni ahí que sepa hoy de quien se trataba).

Me sirven también para ver que la madera con que uno está hecho se mantiene a pesar del tiempo; en varias de las cartas encontré algunas obsesiones numéricas y en una de ellas, fechada 5/3/83, encontré un “Sigo siendo el mismo pelotudo sensible de siempre y ahora estoy llorando”, escrito a los que hoy veo tiernos 18 años, 10 meses y 12 días de vida, y hoy, exactamente 10.479 días después, sigo teniendo las mismas obsesiones numéricas, y sigo siendo el mismo pelotudo sensible de siempre, solo que en lo que va del día no encontré aún un buen motivo para llorar.

1 comentario:

  1. Buen, mejor que no encuentres motivos para llorar, buenos motivos digo.

    A mi me hiciste reír, qué linda manera de recontraputear a todo el maldito servicio militar obligatorio de m...Qué manera de detestar ese trato basuril que tenían para con los soldados, para que se hicieran hombres, me encantaron esas puteadas y tu forma de escribir, tratando de acercarles ese mundo a tu familia, imagino a tu madre leyendo la carta, pañuelo estrujado en mano y un odio que va creciendo como un monstruo hasta convertirla en asesina serial, ¿sabés lo que es para una mamá que el hijo le cuente que está abajo de una ventanita de tanto por tanto (ahí se nota tb tu obsesión numérica)por la que entra la lluvia y lo moja? eso la habilita a salir con una metralleta ajajaj!!

    Bueno, por suerte no hay mas colimba!

    Saludos al soldado escritor y sensible ;)

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