miércoles, 31 de octubre de 2012

31/10


Poner la fecha antes de comenzar a escribir. Comenzar a escribir antes de saber de qué. Quizás sea el momento de leer, o de dormir, o de desear algo nuevo. Nada por aquí, nada por allá, palabras huecas e innecesarias, salvo que quiera ser indulgente conmigo y las llame superfluas.

¿Por qué hablar cuando no se sabe de qué?. Por lo mismo que respiramos y caminamos, por lo mismo que hacemos latir el corazón, porque si, porque el sol sale y cae, porque las olas golpean, porque el viento sopla y los árboles crecen.

Escribir mientras espero que pase lo que espero mientras sucede lo inesperado, mientras el agua baja entre diluvio y diluvio, mientras un ave se roba una lombriz, mientras el pasaje dormita, mientras se cruzan partos y funerales, mientras se come y se duerme, mientras se ama y mientras no, mientras se vive.

martes, 30 de octubre de 2012

Doble Discurso

Tengo algo parecido a la alegría en este momento. Estoy más o menos al día con lo que escribo, o al menos no me estoy atrasando respecto a una agenda errática cuyo ritmo lo establece mi propio corazón Logré finalmente darle un lugar a mi otra voz, tengo hoy un segundo blog -que no es este- en el que hablo libremente, eso me permite decir lo que quiera porque primero lo digo y después encuentro el lugar donde lo muestro. Esto de ahora mismo iba a ir al otro blog, pero decidí dejarlo en este, y a partir de ahí me condiciono un poco en forma adrede. Parte de la alegría es tener más claras algunas cosas y en la medida en que hablo conmigo sin rodeos esa claridad es tremenda, hasta límites insospechables. Ayer empecé a escribir un poema que me propuse trabajar, pulir para que dijera lo que quiero decir, ni más ni menos claro de lo necesario, sin perder eso que llamo el buen gusto. Hoy lo repasé o lo reescribí previsor dejando espacio entre los renglones para poder tachar a gusto, rehacerlo, desfigurarlo, recrearlo, quizás me ataque la indecisión y tenga muchas versiones, en ese caso quizás las publique todas, pero no aquí. Siéntanse libres de pedir la contraseña de mi otro espacio.

lunes, 29 de octubre de 2012

Asfixia

III)

Llorar la bondad y el dolor
de la impronta expuesta al peso,
que la suma de embates falaces
de la espada hecha cristal
siembre paladas de fatalidad y tierra
en la espalda sepultada por la duda.

Al pie de la muralla
el desierto asfixia al peregrino
sobre el músculo más frágil
carne hecha sal hecha trompeta
debajo de la suela de la bota
expira el embuste boquiabierto
como se da muerte a las serpientes
como la muerte recibe al hombre.


II)

Quiero hacer mía tu espada,
llorar el dolor y la alegría
de la impronta expuesta al peso
de la suma de embates falaces,
que cada uno de tus estoques
sea una palada más de tierra
en la espalda sepultada por la duda.

Al pie de la muralla
el desierto asfixia al peregrino
sobre el músculo más frágil
carne hecha sal hecha trompeta
debajo de la suela de la bota
expira el embuste boquiabierto
como se da muerte a las serpientes
como se da muerte al hombre.

I)

Quiero hacer mía tu espada,
llorar de dolor y de alegría,
que cada uno de tus estoques
sea una palada más de tierra
sobre la fragilidad del músculo,
la impronta expuesta ante el peso
de la suma falaz de los embates
la carne boqueando asfixia
y la duda sepultada por la espalda
un peregrino hecho sal en el desierto,
un trompetista al pie de la muralla
expira el embuste debajo de la bota
como se da muerte a las serpientes
como se da al resto de mi hombre.

domingo, 28 de octubre de 2012

Soledad


Estoy en un día triste. En un rato triste más bien, pero un rato tiene la capacidad de ser como una mancha, y hoy ya tengo el día sucio de un par de manchas. El principal objetivo de haber salido a comprar algo fuera de mi casa sin necesidad era salir de mi casa, salir de ese lugar que es este lugar, el de la palabra, y ver gente de verdad, poder hablar con alguna persona. El nombre de este texto es Soledad y esta que percibo de a ratos frecuentes y extensos es de la triste, la soledad del que esta solo aun cuando no quiere. Conozco la otra soledad, la soledad de estar conmigo mismo y estar bien y estar en ese momento completo y no necesitar al otro. Tengo de esta otra soledad, la soledad del que quiere tener un cuerpo al lado, la soledad del que no tiene a quien mejorarle el día, la soledad del que no tiene una voz para escuchar cuando la precisa. Es una soledad muy sola, y es una soledad que no se resuelve con espejitos de colores. La imperiosa necesidad de estar con alguien que nace no tanto de la soledad como de la soledad y la angustia de sospecharla infinita, de sentir por un momento que este estar solo puede ser definitivo –lo que no deja de ser una pesadilla de la que uno sabe que se va a despertar- pero eso lo sabe antes y lo sabe después de la pesadilla, el durante no tiene fecha de vencimiento. La soledad que describo tiene una única cura posible, la de una persona que necesita pasar el amor de la palabra al hecho y se impacienta ante la ausencia del milagro. Hay algo que se espera y que no llega, y nace el error en forma de búsqueda, nace un error que es estar pendiente de su aparición queriendo verlo, queriendo mantenerse alerta, no sea cosa que este ahí y no lo veamos, que nos pase desapercibido, desconfiando de la capacidad del amor para hacerse notar presente cuando se lo descubra. Lo demás son simulacros, son cosas buenas, son secretos tácitos, se ven, se disfrutan como amores. Hasta ahí podemos buscar, un cariño fuerte, hasta ahí podemos llegar en nuestro oficio de pescadores a tener suerte, y sacar un pez muy grande, pero el más grande sólo sale solo.

sábado, 27 de octubre de 2012

Tu nombre III


Me pasan muchas cosas, y las digo.
digo muchas cosas, y entre esas,
digo tu nombre,
pienso tu nombre,
pronuncio tu nombre,
y no te hago,
te pienso y no te hago,
te deseo y no te hago,
y duele,
cuando no me olvido duele,
de lo solo,
de lo dulce, de lo tibio
de un lugar entre tu piel,
el que mas cerca tuve
hablándome al oído,
diciéndome de vos
todo cuanto preciso.

viernes, 26 de octubre de 2012

Ceniciento


Es la medianoche de los cuentos
la muerte del hechizo
cuando el palacio se vacía de invitados
se encienden las luces
y sólo se escuchan
las voces de los ebrios rezagados
y el ruido de los platos recogidos.

Terminó la farsa y el embuste
no hay más nada de tomar
necesito un poco mas de mis mentiras
jugar al poeta bailarín
protagonista de los carnavales.

jueves, 25 de octubre de 2012

La cosecha

Estoy tenso, intranquilo
agotado de ver pasar las horas
esperando que madure lo maduro;
preparado para la cosecha ,
de los frutos necesarios,
las manos libres y la cesta vacía.

Me siento débil , próximo a caer,
tan largo como soy en mi carrera,
tropezar, morder el polvo,
despertarme vencido, sojuzgado,
fruto y carne corrompida
entregada a los cerdos y las bestias.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Pensar en nada

No puedo dejar de pensar. Muchas veces he mentido y he dicho pensar en nada, lo cual -por lo menos en mi caso- es un imposible y sospecho que este es un mal muy común. Lograr que mi interior se calle, lograr que mi cerebro deje de presentarme palabras, imágenes, compases, olores, dejar de pensar en la vida hacia adelante y en la vida hacia atrás, en recordar y en proyectar, es algo que no puedo hacer. Lo más lejos que he llegado es a intoxicarme para caer en un sueño del cual no recuerdo nada y hasta de esa situación descreo como de ser el camino de no pensar en nada. A veces logro hilvanar ideas novedosas, ideas que nunca tuve, o asociar conceptos de una forma diferente a todas las anteriores.

Es muy difícil vivir conmigo mismo. Hace cuarenta y ocho años que lo hago y aun no terminamos de ponernos de acuerdo yo y yo sobre algunos temas y algún día gana mi derecho y algún día gana mi izquierdo. Encuentro últimamente que me causa placer y satisfacción poner por escrito parte de lo que me pasa. Son estas cosas que comparto, que hago públicas o trato de hacer públicas, a veces sin mayor repercusión. Leía en algún espacio personal algo que estaba planteado como una duda bastante seria y me animo a pensar que por ahí no era una duda, sino una negación vestida de pregunta. ¿Qué sería del escritor sin los lectores?. Y no es necesario que haya un lector para que haya un escritor, aunque sin ningún fundamento estadístico voy a generalizar desde mi propia experiencia: los escritores queremos ser leídos. El arte de la palabra, si no tiene un receptor, es casi un acto masturbatorio, que no realiza su completo valor. 

De las cosas que voy pensando, y voy dejando por ahí, esta ha sido una más.

Voy a descansar un rato.

Quizás mañana

Mañana
voy a hacerlo de nuevo,
voy a salir a buscarme
convencido
de la urgencia,
voy a querer
que estemos juntos
yo y quien sea
que sea yo mañana.

Planeo
emborrachar a mi otro yo,
darle de fumar, intoxicarlo
hasta que no quede nada en pie,
después
le rezaré a los muertos
una canción de despedida,
más tarde o más temprano
quedaré solo
sin siquiera un espejo donde verme,
renegaré de Narciso
en el agua estancada
y saldré rio abajo
buscando resbalar
en el juego
de los talones mojados,
donde me caiga será un bautismo
y naceré victorioso
a una vida nueva
libre del pecado de la culpa.

Profanaré templos y memorias,
convertiré
las brujas en ángeles
y los ángeles en pan,
el pasado
será solo para atrás,
un norte puesto al sur
crepúsculo
de la vida
correré, correré
hasta caer sin aliento
y entonces
reptaré como un lagarto
avanzando
lejos de la sombra
buscando un nido donde robar algo.

Mañana
una vez más
cerraré el día durmiendo solo
pensando que pasado, que quizás,
que otro día, que otra noche,
que otra piel, otro lugar,
y que otro día no habrá otro
y que habrá otro
detrás de la pulseada.

Quizás mañana, quien lo sabe
escriba de colores,
quizás mañana digo yo,
quizás mañana sabe nadie,
quizás un día alguna vez
nos escapamos de la cárcel
para volar
como pájaros libertos,
para tomar
de otro cuerpo nuestra sangre.

martes, 23 de octubre de 2012

Incurable

Detras del llanto
el amor brujo
mira su espejo desierto
y duele y sufre
la ausencia
del miembro amputado
maldiciendo el descanso
del arco de Cupido.

---

El amor entra
infecta y afiebra
como la flecha envenenada,
nos queda la herida
y este mal sin cura

El gran titirítero

Debiera encontrar un equilibrio entre mis ganas de escribir y … ¡caramba, me acabo de olvidar!

Estuve hablando algunas cosas antes, durante yo creo que unos quince minutos, que no sé si recordare pero eran palabras muy importantes, muy bien dichas, y da la casualidad -se reirá una amiga, ¿da la casualidad?- de que me olvidé de apretar el botón Play. Mi blog es un espacio personalísimo, donde hay una unidad general de todo y especialmente de lo que digo sobre mi mismo, en primera persona. Yo se que cada una de las cosas que digo tiene su lógica y es una unidad valida y el conjunto de las cosas también es una unidad valida con ciertas contradicciones, lo que parecen ser contradicciones cuando se mira muy de cerca un conjunto; cuando se lo mira con otra perspectiva lo que parece una contradicción en realidad es una armonía, un denominador común, un idea general única. El conjunto se ve también completamente coherente, tanto el conjunto como sus partes son congruentes, porque el gran titiritero que vengo siendo yo mismo decido que decir, y cierto dominio, cierta capacidad de gobernar la palabra me permitió formar este gran acertijo, esa suma de las partes que parecen haber dibujado algo pero no deja de ser un simulacro, una gran representación, porque a ese dibujo por acabado que parezca le falta lo que no esta dicho para ser entendido. Yo se, hablando entre personas, lo que dije y lo que no dije. Tengo un poco mas claro que es lo que no dije que lo que dije, pero no ejerzo un deber de vigilancia fronteras adentro de cada uno de estos dos continentes. De todas las cosas que se pueden decir no importa cual es la que se diga, y de todas las cosas que se pueden no decir, no importa cual es la que puede no decirse , en tanto y en cuanto tengamos perfectamente claro que lo que puede decirse se diga y lo que puede no decirse no se diga. Me interesaba conocer tu opinión le preguntaba en un momento a la persona que iba a ser destinataria de la hoja que no escribí, la versión original de todo esto. Ahora estoy recordando la idea, pero no estoy recordando las palabras. Eran mejores aquellas, eran mejores aquellas.

Lo verdaderamente importante es pasarla bien. Eso es lo que estoy tratando de hacer. Voy por la calle, y tengo no solo la sensación de que el universo conspira a favor mio (voy a explicar el verbo, porque la conspiración tiene algo de secreto y lo que el universo quiere hacer conmigo lo veo en todos lados). Entonces me paro frente a la vidriera de un negocio de venta de ropa para niños, donde hay una remera con letras y como lector no puedo evitar mirar las letras en orden de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. La remera me dice “Hey You”, lo cual constituye un llamado de atención aunque no entendamos inglés, Hey You, y ahí en ese Hey You, mientras digo esas dos palabras ya suena el primer acorde, el primer par de acordes de uno de los tantos temas de The Wall. Yo veo, veo señales, claras, sobre lo que necesita mi vida.

Y lo que he decidido es -que verbo horrible- malcriarme un poco. He decidido convertirme en un niño caprichoso y darme todos los gustos, entre los cuales escribir es uno, es uno importantísimo, y como por ahí no puedo darme en este momento todos los gustos que quiero, de los que me quiero dar y puedo me doy mucho. Esto que acabo de decir es lo mismo que decir que escribo a partir de una carencia, hay por lo menos un gusto que no me puedo dar para que tenga tanto tiempo y tanta necesidad, porque es mas la necesidad que el tiempo, de ponerme a escribir.

¿Que es lo que necesito?. Lo sé. Yo se lo que necesito y se que no puedo, se lo que necesito y se que no puedo y también se que si se quiere se puede. Es cruel cuando se cierra el circulo. La conclusión es que lo necesito pero no quiero, y esto es que me falta poco, me falta muy poco para querer lo que necesito y poderlo, y completarme.

Encontrar de escribir que es un gusto, que es un arte, y que una vez superada la urgencia por decir, podremos preocuparnos debidamente por la forma en que se dice, e ir detrás de un proyecto -que de las cosas que se que quiero esta es una que quiero mucho-, la posibilidad de sobrevivir de la palabra. No puedo aun pisar el freno, no puedo aun decir bueno ya está ya dije lo que me urgia decir ahora demos el paso y convirtamos lo que es una necesidad adornada por un talento en un talento a partir del cual podremos calmar otras necesidades.

Yo creo que va siendo hora de dar algunos pasos. La esquina esta más cerca. Esta mas cerca que hace un rato. Y es una decisión de cada uno dar esos pasos. Quisiera que algunas cosas no se noten hoy, o por ahora.

lunes, 22 de octubre de 2012

Adivinanza

Si quisiera hacerte una adivinanza te pediría que aciertes a saber en que estaba pensando hoy al despertarme. Para darte una ayuda innecesaria te diré que estaba pensando en algo muy parecido a lo que pensaba anoche a acostarme. Para que te sea mas fácil, es la misma persona en la que estoy pensando ahora. En vos estoy pensando.

Digo ¿nos pasará lo mismo?. Que hermoso sería. Así de pronto, vivir el milagro. Se teme lo que se desea, de algún modo. Yo tengo muchísimo temor de enamorarme y que alguien salga herido. No se sale ileso del amor, no se sale invicto, se sale con marcas, cicatrices, se sale alimentado y enriquecido.


Tengo muchísimo miedo de hacer daño,
tengo muchísimo miedo de la herida,
de apostar como me gusta, a todo o nada,
de apostar como sé, no hay otro modo.

Que vamos a hacer nosotros, sino amarnos.
entregarnos sin reservas ni medida,
encomendarnos uno al otro, y es bastante.
confiarnos cercanos la presente nueva vida.

Sobre todos los tatuajes anteriores hoy tu nombre.
Sobre todas mis vidas anteriores estos días.

Sobre tantas, tantas cosas,
una làpida tapando los cadáveres.
Y ahora, sos vos y somos yo.
Y ahora, aqui y mañana.

domingo, 21 de octubre de 2012

A mi hijo

A la madre que no tuve,
a la hija de esa madre,
a quien adopto
como ejemplo.




Que llegues más lejos,
que vueles más alto,
que desprecies todas mis frustraciones,
que yo no sea ancla ni lastre,
que no hagas nada por mi
-ni siquiera detenerte a decir gracias-
¡vuela!, ¡vuela!.

Me pesa la responsabilidad
de ser tu ejemplo
cuando soy consciente de tantos errores,
no hagas nada por mi,
no hagas de mi recuerdo una rutina,
olvídate
de todo cuanto te he enseñado,
vive, apenas vive
y no hagas nada más que eso.


sábado, 20 de octubre de 2012

Tu nombre II


Que ganas de respetarte tengo,
de respetarte sin medida y sin tregua.

Cuando hayas entendido eso,
mi mezcla de alma y ángel
piel de bebé,
¡cuando hayas entendido todo!

Me faltó nombrar la flecha,
esa, la que ya sabes,
debiera usar la palabra estaqueado
o dejar de usarlas todas
para exponer el pecho de mi cuerpo arqueado,
si tienes más, tira más, tíralas todas
con tu mejor puntería
acierta
en lo más profundo de mis versos,
explícame los detalles,
y rompe el arco.

viernes, 19 de octubre de 2012

Tu nombre

Entimistado
deambulo por la calle
asciendo escaleras sin final
y entro al epílogo taciturno,
lo perpetuo de tu ausencia
se hace presente en cada instante,
es lo único tuyo aquí conmigo,
los ojos abiertos que me miran
no ven que te estoy buscando en ellos
y todas las espaldas que sigo
son desiertos sin plumas y sin alas,
susurro tu nombre en una letanía
un murmullo musitado
como un mantra,
cada tanto subo a un árbol y te grito
pero nada, nada
mas que pájaros espantados
ante una caterva de curiosos
coleccionistas de anécdotas ajenas.






La ultima noche ya pasó
o será la próxima que llegue,
hoy haré guardia una vez más
en todas las esquinas de tu barrio
vestido de urgencia y esperanza.




De la noche al día

En este momento comienza la otra parte de la noche, la parte en la que me quedo solo y en esa clase de soledad que disfruto, que es la soledad conmigo, el momento en que me encuentro con la palabra y la saludo, la cortejo, responde al juego y construye una historia inédita, incierta, una historia por aprender.

El claro convencimiento de estar equivocándome en la manera en la que ofrendo mi afecto, en la manera en la cual procuro complacer mis intereses, el estar haciendo mal y estar haciendo mal sin intención de hacer mal sino acorralado por algo en lo que confluyen varios factores, uno de ellos mi urgencia por comprobar que somos amables y podemos ser amantes, por quizás la necesidad de descubrir que para alguna persona está perfecto lo que somos, suerte que no tuve con las dos grandes mujeres de mi vida. Arrastro y es la cadena que rompo la condena de mi madre a la pena capital y le agrego el desprecio de la mujer que améque no pudo aceptar que no me alcanzara su amor para apagar el mío.

Me encuentro hablando claro. Salgo un poco de Juan y me pongo en el Juan que escucha lo que Juan dice y al Juan que escucha lo sorprende lo que dice el Juan que dice. 

Está todo tan perfectamente claro: no tengo hoy ninguna certeza de hacia adonde va mi vida. No me atrevo a decir donde voy a estar en un año, no me atrevo a decir donde voy a estar siquiera en unos meses. No pongo la firma sobre ningún contrato, no reconozco ninguna hipoteca, no asumo ningún supuesto más que la vida, y es interesantísimo estar así.

Hasta creo -cuando otra vez vuelvo a escucharme- en el valor literario de lo que digo, condición de la espero esté claro que no me desintereso como valor agregado a la importancia de lo que expreso. Y lo que más, lo que más celebro de todo esto es que no elijo ni el contenido ni la forma, hablo y es así como hablo y digo lo que pienso en este momento en el que como tantas otras veces digo cosas que me sorprende notar que ya sabía.

Es la hora de corregir algunas cosas. Es urgente la necesidad de preservar lo que construyo, de edificar de una vez por todas en vez de jugar con los bloques de madera a construir y derruir sin darle tiempo a nada a que demuestra a donde llega. Cierta necesidad de destruir lo que estoy haciendo bien es hoy el motivo de mis desvelos. Esta necesidad de destruir, de negarme al éxito sigue siendo parte de una condena sobre amplificada. La prohibición de ser lo que soy se convirtió en la prohibición de ser feliz, y a partir de ahí cuando no me doy cuenta aquellas cosas que me están haciendo feliz son destinatario directo de mi traición aunque no hayan sido enumeradas en lo prohibido.

Yo he tenido un día felicísimo y aprendí, aprendí hoy, estos días pero hoy, la necesidad de ver al otro, de aceptar las reglas que propone en la misma mesa de negociación a la que presento las mías.

Va por mis amigos, va por mis amigas. No puedo cambiar nada de lo que pasó excepto la forma de mirarlo. Estamos llegando a destino, estamos llegando al lugar al que necesitamos llegar. Y una vez allí, mañana será otro día y trataremos de acordarnos de lo que aprendimos hoy.

jueves, 18 de octubre de 2012

Condenado

Como el útero de las horas
la noche alumbra
mi sentencia de nodrizas secas
de pechos impares
de alimento tibio y acre,
me humedezco sumergido
en un sopor agrio y maloliente
antes de sepultarme
en un arrullo viscoso.


Retrocedo
al día antes de nacer
cuando todo era promesa
y aun más,
un instante más allá,
en sòlo ocho segundos
lo comprendo todo,
la vida pena de muerte
por el precio del castigo, 
revancha de la semilla fusilada,
venganza de la bala asesina.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Ambigüedades

A veces me sorprendo haciendo cosas de las que no encuentro en primera instancia una justificación racional y con el tiempo, después de pasar por el estado de sorpresa, por el compungimiento y por la desazón, intento remediarlas con distinta fortuna. Cuando cerca del final de los intentos entreveo la pérdida vivo ese sentimiento con ambigüedad, como si creyera posible que algo adentro mío supiera mejor que yo por donde llevarme. Cuando logro ofender a una persona a quien supuestamente cortejo o cuando logro incomodar a una persona con la que intento cultivar un trato y me sale tan mal alterno en pensar en que mi inconsciente se me adelanta despejándome el camino o en que aun conservo la malsana afición por boicotearme, pronto para encontrar -una vez cumplido el propósito destructivo- la manera de forzar una explicación para disfrazar la derrota con otro traje.

No encuentro ningún motivo para destrozar una amistad. Quizás si tengo algún motivo -y tiene que ver con la honestidad- para dejar de confundir a una persona a la cual le ofrezco un amor que no le puedo entregar sin hacerle una clara advertencia de alguna situación que puede ser un insalvable. No tengo ningún problema en ofrecer mi amor aunque sea un amor un poco rengo, pero debo ser muy claro explicando la renguera y debo ser muy claro conmigo y pasar en limpio si lo que llamo amor es tan real como lo siento o es un espejismo, una ilusión orquestada por una parte de mi mismo que se resiste dando manotazos o esta preparando un nuevo fracaso proponiéndome un papel insostenible.

Supuestamente estoy amigado conmigo, ya sé todo lo que necesitaba saber para ponerme de acuerdo, para romper un molde, para escaparme de un círculo vicioso de culpa y represión y vivir de otra manera. Me falta encontrar la forma de ponerme a trabajar en mi favor. Superado que está o superado que esté este umbral, cuando no necesite más usar mi fuerza para controlar el camino que piso -léase mantenerme dentro de un camino que quizás sea propio por coincidencia pero no por elección o ni siquiera eso- debiera poder canalizar mi energía en libertad, ir río abajo, viento en popa, en mi propia dirección, sea cual sea y cambie como cambie.

lunes, 15 de octubre de 2012

Al contado

Todo se puede
pagando el precio:
la vida no es gratis.

Si lo quieres, paga,
lo que sea, paga,
con esas monedas,
la de plata que heredaste,
la de oro que atesoras,
¡libérate!, ¡deshazte!.

No guardes,
gasta todo lo que tienes,
no desees lo posible
¡cómpralo!
usa todo lo que hay para pagar
vacía los bolsillos
y paga al contado.

domingo, 14 de octubre de 2012

Ahora!


Quisiera que estés acá,
quisiera que estés acá ahora mismo.

Te desperté hoy,
no pudiste atenderme,
no quería despertarte
pero nos hace tanta falta.

No sé hacia dónde estás mirando
qué tanto te distrae,
no sé
que te tiene tan lejos;
quiero saberlo,
hablemos de eso,
no sé
cómo hacer para que entiendas,
cómo hacer para entender
que no lo entiendas.

Quiero
un final feliz
y lo quiero ahora,
ya
quiero dejar de pensar en lo que quiero
y en donde está lo que quiero,
quiero tenerlo.

Yo sé que me oís,
yo sé que me escuchas
pero no llego,
al lugar de vos
al que hay que llegar
no llego,
¿que vamos a hacer con esto?
porque este no es el modo,
no llegamos hasta acá
para llegar hasta acá,
tengo tantas ganas de verte
tengo tantas ganas de estar con vos,
ahora y ahora,
no mañana, no tal vez.

Es
tan grande,
lo que siento
es tan grande
que no creí
llegar a conocerlo,
que más decir
sin dar tu nombre,
que más decir
sin ir a tirarte la puerta abajo
subir esa escalera
y explicarte.

Estoy
como yo sé que estoy,
como en un estado de gracia,
con un molde
exacto a tu medida,

¡Ay!
¿por qué, por qué, por qué?
no me preguntes dos veces
no tengo más maneras de explicarlo
salvo la nueva
y no comprendés,
más allá de las palabras
tengo tanta necesidad de decirte esto ahora,
estoy
bajo efecto
de lo que te estoy contando,
no me sirve
que lo entiendan otros,
que sean testigos,
que murmuren.

A veces
pienso
¿porque esto
no se lo puedo decir a otra persona?,
quiero hablar con vos
de los detalles;
yo sé
que esto parece
una carta de amor
y yo sé
que lo sabias,
algo hizo
que esto me pase,
algo y alguien,
no te distraigas
es a vos
a quien le hablo,
vos
a quien te llega
manuscrita.

Korn, 14/10/2012

viernes, 12 de octubre de 2012

Viernes 8 am

Mis saludos al prócer
donde fundamos la noche
de la que no diré más.

Empezar un día naranja
como un viernes cítrico,
un cosquilleo,
una cuenta regresiva
imprecisa e incierta
esperando por el agua y el café
y la lucidez ausente
y la próxima corazonada
del chocolate con gusto a apuro
y de las calles tan largas o tan cortas,
pero siempre con dos veredas
y un brazo que no resiste.

Viernes 3 am

Resistir la tentación
de salvarte de mí,
¿no debo que?

Me adormezco
escuchando voces familiares,
conocidas,
silencios profundos y vacios
interrumpidos
por un rosario monocorde
de fantasmas e invitados,
ecos de mi mismo.

Importa saber el limite
y la altura de la cerca
y ya no queda mas nada.

02:09

Lo que acabo de ver
lo cambia todo.
Una mezcla
de alegría
e impunidad
absoluta.

Una brújula,
la flor de los vientos,
y pétalos
y pétalos
y pétalos.

Como si fuera primavera, como si fuera hoy,
como si fuera ahora.

01:59

Tengo
por un momento
conciencia de que aun disfruto
el día de hoy
y creo posible
aprovechar el de mañana.

Es
una hora tan rara
es un momento
tan ya
es la hora de los ojos
es la hora de colores
allá arriba y acá al lado

Estoy atento
a todo lo que pasa
pero
no llego a entender
algunos propositos
será
en cualquier momento de estos
que caiga
el sable y corte
las cabezas alicias.

No aparece
lo que espero
pero
me quedo aquí
viendo
rodar las piedras
en todas direcciones.

01:51

Con miedo a repetir
digo de nuevo:
ahora estoy mirando flores,
ahora no,
me gusta lo que veo,
antes también,
quiero cerrar los ojos,
que me guste sin ver

La sombra
es testigo del sol,
de la luz y la verdad.

Sigo pensando
en que a este lugar tuyo
que no debo nombrar
le gusten mis versos,
en explicarte
las notas de un murmullo
que suena y suena
y algo lleva
y algo trae.

Cuando el agua
llega al mar muere,
será otra vez
nube y lluvia
y será otra vez otra.

La distancia esta medida
y no importa con que pasos,
no conozco la cuenta.

01:46

Estuvimos
tan cerca hoy
de donde estoy ahora.

Entre Newton y Newton
se calló el mundo,
se cayó el mundo.

Estoy casi repitiendo
un cuento al revés
cuyo final
es frente a un espejo.

jueves, 11 de octubre de 2012

Ultimas instrucciones

Todos los que están aquí –los veo pasar aunque no lo noten- están presos de las mismas ilusiones y llegado el caso vivirán el mismo desengaño. Lo de la vida eterna es una figura literaria, es una metáfora de algo que hoy estoy un poco más cerca de entender; lo de la reencarnación es un poco más dudoso, y si se quiere es materia de opinión, lo que deja el tema mas allá de toda discusión posible.

No estoy cómodo acá. Por más que se hayan esmerado me siento oprimido en este espacio que me han reservado. ¡Ah!, que ganas de estirar los brazos, de bajarme y caminar por el camino que me toca, pero sé que este no es ni el momento ni el lugar, y que mucha gente viviría con una mezcla de sorpresa y terror o sorpresa y alegría si me vieran salir por esa puerta sobre mis propios pies.

Estos años no fueron tantos pero si fueron suficientes para dar las cosas por cumplidas. Lo que se hizo se hizo, lo que se pudo se pudo, y lo que no si es importante lo harán otros y si no quedará sin hacer.

Por mi parte, pienso que ya es tiempo de partir, y me voy confiado en que se respeten mis últimas instrucciones: no suelden el ataúd, y dejen la bóveda sin llave.

-.-

nda:

Para la gente lineal, vaya la necesaria advertencia: Es un cuento; ¡no estoy anunciando mi suicidio!

Hace un tiempo volví sobre Cortazar, del que recordaba un disco donde èl se autoleía, una de cuyas pistas era precisamente "Conducta en los velorios". Por dècadas, mi memoria me lo presentaba a èl como el muerto describiendo la escena, hasta el reencuentro hace unos meses y la rectitficacion de la imagen. Se ve que algo de eso me quedo dando vueltas, aunque no recuerdo haber hecho una sinapsis consciente el dia que tuve y obedeci la idea de este texto.

Para los que me conocen màs o mejor, para los que conocen de mi pasado y mi presente lo que otros no saben, puede haber por ahi una metàfora bastante clara de por donde me estoy pasando cierta instruccion; sobre esto no darè una explicaciòn colectiva. El que no lo entienda, disfrute el cuento.

Una coincidencia màs, aqui en Argentina existe una asociacion de numeros y significados, a la que se acude desde el azar o intentando invocarlo en los sorteos. Al 48, precisamente mi edad, le corresponde "il morto che parla", y desde el màs allà de ese lugar de muerte que alguien me recomendo ¡hoy alzo mi voz!


La terminal

Apuestas
sobre el tacho
-viceversas del dinero-
nadie esta sobrio
y la gente se agolpa como olas
de un mar de abrigos opacos
esperando la serpiente de lata
que los digerirá voraz
para excretarlos mas allá

Encuentro mi lugar
en la cloaca
para oler de cerca la peste
hombres fumando
niños fumando y muriendo
y yo pendiente
de la respiración ajena
y la caridad de los ausentes.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Ta - Te - Ti

El tema del día y de lo que estoy con ganas de hablar es de la diferencia entre lo que uno quiere y lo que uno desea, sobre la que alguna vez hablé, y la diferencia entre lo que uno desea y lo que uno ama. No voy a decir nada demasiado novedoso, pero el hecho de que yo a cierta edad recién caiga en la cuenta de estas diferencias, el hecho de que recién ahora con cuarenta y ocho años encuentre la oportunidad de reflexionar y de distinguir son una demostración acabadísima de que esta reflexión escrita puede ser útil para que alguna persona se de cuenta de lo mismo que yo o aunque no llegue a la misma respuesta se plantee una pregunta parecida.

La diferencia entre querer y desear es intelectual. Lo que queremos es una construcción de nosotros mismos, lo que queremos es una idea, ponemos en lo que queremos una representación de un anhelo, de un faltante, de una necesidad y nos vamos tras lo que queremos. La diferencia entre querer y desear, la dije alguna vez, es la misma diferencia entre parecer y ser. Ser somos y eso en cuanto lo entendemos como una unidad indivisible y nos abstenemos de la tentación de enumerar las cosas que somos, el hecho de decir yo soy comprende todo lo que somos. El hecho de decir yo parezco es incompleto, el yo parezco precisa una explicación, precisa una voz posterior que identifique que es lo que parecemos. El parecer es el resultado de aplicar sobre lo que somos, sobre lo que es, nuestra visión que está cargada de historia, que está cargada de prejuicios, que está cargada de experiencias previas. Cuando alguien dice que las cosas son según el color del cristal con que se mire, miente, miente en el sentido de que hace una afirmación que es falsa: las cosas son del color que son y nos parecen según el color del cristal con que se miran.

Lo que uno quiere es lo que uno desea magnificado, distorsionado, deformado y a veces deformado hasta lo irreconocible por combinaciones de cristales y de espejos de distinta curvatura, de distinta nitidez, y entonces todos los fenómenos de la óptica se encuentran aquí. Se da la reflexión, entonces lo que queremos es el espejo de lo que deseamos, se da la opacidad y perdemos de vista el deseo, se da la aberración y lo que vemos en el querer es un deseo desdibujado, se da el fuera de foco y entonces del querer no tenemos nítido lo que deseamos sino otra cosa que está un poco mas allá o un poco mas acá. Llegamos tarde o temprano (en realidad tarde y digo tarde porque si notamos la diferencia entre lo que queremos y lo que deseamos es porque estuvimos queriendo lo que no deseábamos y entonces llegamos a la verdad después de un tiempo, y ese tiempo es el tiempo que nos demoramos, es el tiempo de la tardanza. Llegamos tarde o no, pero siempre llegamos a darnos cuenta de la diferencia entre lo que queremos y lo que deseamos y esa diferencia debe ser corregida porque querer lo que no se desea es querer mal, y no querer lo que se desea es una traición a nosotros mismos.

Querer lo que se desea es un formidable liberador de fuerzas, a partir del momento que queremos lo que deseamos se acaban los complejos, se acaban las restricciones, se acaba la validez de todo cuestionamiento contrario, entiéndase en este sentido el valor de una ley, de una regla, de una opinión, de un mandato que lo contradiga. Esta es una pelea entre desiguales, son dos contendientes de distinto poderío, y al final gana el deseo.

Y si nos vamos hacia el lado del amor, del lado del amor encontramos otras respuestas. El tercer ingrediente de esta ecuación vital es el amor. Tienta decir que el amor es más fuerte, pero no es algo sobre lo que tenga ya una opinión formada o una evaluación resuelta. Uno quiere desear y uno quiere amar, pero no queda nada claro que uno pueda elegir lo que desea y no queda nada claro que uno pueda elegir lo que ama. Uno puede intentar amar pero el amor es un cimiento sobre el cual uno construye, y uno puede construir sin el cimiento y decir esto es amor y parecer parece, tiene todos los ingredientes visibles del amor, menos la base. No se puede elegir lo que se ama y no se puede elegir lo que se desea, y es terrible la disyuntiva cuando uno ama de un lado y desea del otro.

No quiero ser cursi, no quiero ser trivial, y siguiendo mi condición natural desoigo la primera verdad que se me ocurre, la quiero someter al escrutinio, la quiero desmenuzar, la quiero contradecir, la quiero oponer, porque me cuesta mucho dejar de lado las posibilidades del análisis y sencillamente dar por cierto lo primero que pienso. No sé si lo que siento es lo que es y todo lo que sobre eso infiero, deduzco, supongo, comparo, es el parecer o empiezo recitando un parecer y necesito todo este procedimiento de introspección publica para darme cuenta de que puedo sostener con argumento lo primero que diga.

Yo creo que el deseo puede ser muy fuerte, pero el amor puede ser muy tenaz; el deseo nos toma y nos libera, nos hace rehenes y pagamos su rescate, en cambio el amor es permanente. No sé si se puede evaporar un deseo, lo que creo que no se puede es evaporar el amor. Entonces, llegamos a un punto dilemático, llegamos a una pregunta cuya respuesta es esquiva. Si bien el amor es tenaz, el amor es una fuerza permanente y constante, el deseo tiene esa cosa de inmutable, el deseo no cambia, el deseo puede estar o ausentarse pero no cambia, el amor quizás si pueda cambiar, el amor puede tomar la cara de una persona o de otra, y le diremos amor a la primera cara, cuando ese amor no dure y tengamos otra cara vamos a ver en esta segunda cara nuevamente el amor y nos parecerá, tendremos una fortísima sensación, de que este nuevo amor es más grande que el anterior. Lo cual puede ser un parecer o puede ser cierto, porque es difícil medir el amor, pero si el segundo amor no nos parece más grande que el primero, si por lo menos no nos parece más grande que el primero, tengamos claro que eso no es amor sino un mamarracho.

El amor se produce por más de un motivo quizás, pero uno de los motivos necesarios para sentir el amor es tenerlo y necesitar entregarlo. Si dentro nuestro no hay amor para entregar es muy difícil que nos encontremos con él. Quizás, y me da miedo parecer mercantilista, quizás la solución sea encontrar un amor compatible con el deseo, si logramos querer lo que deseamos y amar lo que queremos entonces si tenemos nuestros tres ejes alineados y vamos a poder experimentar una fuerza, una convicción, completamente ilimitada.

Hasta tanto la vida nos regale el ta-te-ti, vamos a deambular sin encontrar la llave liberadora de nuestro potencial. Vamos a querer con mucho convencimiento, vamos a querer con muchísima fuerza, pero cuando queramos lo que deseamos vamos a querer con un convencimiento absoluto; y vamos a amar muchas veces pero a ese amor intenso, real, hormonal, orgánico, a ese amor que nos compromete físicamente le falta, cuando es diferente de lo que se quiere y se desea, una vuelta de rosca, le faltan unos minutos de horno hasta llegar a la cocción completa. Una vez que uno sabe lo que desea tiene que aprender a quererlo, y una vez que uno sabe lo que desea y lo quiere, tiene que encontrar el amor que haga todo posible, pero la paradoja es que muchas veces encontramos el amor y después el deseo. ¿Qué hacemos con esto? ¿Qué hacemos ahora? ¿Cómo decidimos? ¿Cómo decidimos no amar lo que se ama?.

Es una gran injusticia cargar la condena de no poder hacer entrega del amor en esta acepción a más de una persona. Uno debiera poder libremente amar y amar y amar y amar y entre todas las personas a las que ama encontrar la persona con la cual se cumple su deseo, y en el mejor escenario posible, todas las personas amadas que no son destinatarias del deseo deben sentirse bien en ese lugar que es el lugar más puro, el del amor incondicional, el del amor que no responde a otra cosa más que al amor; y la persona que disfruta nuestro amor y nuestro deseo debe sentirse halagada de sumar nuestras dos involuntades, de llevarse los dos primeros premios que tenemos para dar y permitirnos libremente amar a otras personas.

lunes, 8 de octubre de 2012

Carnaval de almas

La mentira
viste el carnaval
de almas sin abrigo.

Cuando caigan las máscaras
comenzará la orgía,
y seré sólo un número primo
embriagado y satisfecho
sentado a la mesa de los impares
entre las frutas y la carne,
bebiendo lo que encuentre
en cada copa sin dueño.

sábado, 6 de octubre de 2012

Jaque Mate

Todas las torres caen un día,
hay un dragón en cada uno de nosotros
y nos turnamos entre los roles del juego.

Por un momento creí dirigir tu mano,
por un momento creí poderlo todo
incluyendo la amnesia del olvido.

Una por una se suceden las preguntas,
el sueño dobla la voluntad de la vigilia
y las manos ceden ante el peso de la carga.

Ya no puedo sostener mi cabeza,
tambalea, tambalea, tambalea.

viernes, 5 de octubre de 2012

Adios

De las tres partes de una cama
me sobran exactamente dos,
y aunque añore las fiestas
de yuxtaposición completa
la urgencia no es mérito
y dos mitades no son
ni uno ni tres tercios.

Tu pupitre, tus sermones,
tus liturgias y tus credos,
nada de eso es mío,
flechas que caen cortas
en un pajar de paja
donde no podrás la aguja;
nunca hilvanarás camellos
ni lloverás manzanas
ni tendrás lo que me quites.

Mientras no sea tu fin
sino tu suerte del medio
solo conocerás
la tersura del erizo,
la palma del escorpión
y el calor de los glaciares.

Yo sé que no puedo
jurar ni cumplir promesas
sin antes ver la verdad
esquiva, eterna y mutante;
ayúdame a recordar esto:
el odio es un premio desierto,
el amor sólo para los amables,
es tuyo el lugar del ataúd
donde yerma el desprecio y el olvido.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Cruzar el disco

Es lo más parecido al hervor de la leche lo que me ha pasado estos días. Yo sabía lo que iba a pasar en algún momento porque de eso se trataba, de que pasara, pero no deja de sorprenderme la virulencia con que se manifiesta la decisión, no deja de sorprenderme la convicción con la que acepto y no deja de sorprenderme la velocidad creciente, la aceleración que se produjo estos últimos días donde cada uno de ellos fue notoriamente mas cercano que el anterior reduciendo las distancias entre mi vida y yo hasta permitirme alcanzarla y montarme sobre ella como quien cabalga una ola.

Las ganas de hablar, de hablar de lo que me pasa, de lo bien que estoy, en medio de una tormenta, sin brújula y sin timón y con el barco a la deriva pero confiadísimo, confiadísimo en que la madera flota.

Que bien se siente vivir después de no haber vivido. Que bien se siente ser uno después de haber sido otros, viviendo voluntades que no son propias, honrando compromisos y pagarés que nos impusieron. Será que hay vida después de la muerte, la muerte que me hicieron elegir, por una mezcla de ignorancia, prejuicio, torpeza. Podría llorar tantos años para atrás, pero no sirve vivir llorando. Podría ir a mear algunas tumbas, pero ya pasaron esos días, y ya no tengo una tumba donde hacerlo. Podría dedicarme a mi vida, de aquí en más, y en eso estamos. Ese si es un plan que vale la pena.

Inicio V

Los que me han visto escribir con cierta impudicia sobre lo que me pasa, sobre todo lo que me pasa, aun no me han visto escribir sobre el resto de lo que me pasa, que no es precisamente menos. Estoy empezando a escribir sobre otras cosas, porque están pasando otras cosas hoy, distintas de las que pasaban cuando escribía sobre otras cosas, aquellas otras.

He decidido hacerme cargo de una buena vez, y de la parte de verdad que me toca sobre aquello de que todos tenemos un muerto en el placard he decidido liberarme. Así las cosas deben ser le decía Rose a James P. Sullivan en la película favorita de mi hija menor, cuando lo instruye a dejar atrás una situación, un afecto que no se puede sostener. Lo digo como referencia no del quebranto, no del distanciamiento, sino por la moraleja de que uno es de un mundo o de otro mundo, que uno debe saber cuál es el que le corresponde. Hay un mundo que es de los vivos y hay un mundo que es de los muertos, el que nos toca es este, tan sólo es entenderlo antes de llegar al otro y no después de haber estado en él.

Noto que la palabra merodea generosa en mis orillas, noto un estado de liviandad, como si me hubiera olvidado la letra completamente y me encontrara forzado a improvisar sin espacio para ninguna maniobra. Una pesada responsabilidad puede ser tan gozosa, hacernos cargo de todo, de todo lo que nos pasa, de todo lo que somos, y a partir de ahí sacar provecho. 

Nos han inundado con espejos de colores, lo cual no necesariamente es malo, si el mundo de uno es de espejos y colores, si no será difícil sentirnos a gusto. Entonces a cada quien lo suyo, que cada uno elija si quiere espejos de colores, o quiere espejos, o quiere colores, o no quiere nada de todo eso. Pareciera que se trata de elegir, pero el dado no elige que cara muestra, el dado no elije su valor, el dado no elige ser un cubo, el dado es dado y que otra cosa se le puede pedir. Hay lo que se elige y hay lo que no y no entenderlo no cambia nada, no entenderlo no aporta nada.

martes, 2 de octubre de 2012

Inicio IV

¿Cómo negar
lo que se sabe
cuando se sabe?

¿Cómo negar
lo que se quiere
cuando se quiere?

¿Cómo negar
lo que se puede
cuando se puede?

¿Cómo negar
qué y cuándo?

La verdad
es lo más parecido
a una luz incontenible,
que no se apaga jamás,
a un murmullo
como de olas de mar
haciendo
arena de las piedras,
incansable,
permanente.

Amor o verdad,
solo el amor nos hará libres
solo la verdad nos hará libres.

Lo que se sabe
sirve,
amor y verdad.

Inicio III

Notaste que hablé
de matrimonio
y de luna de miel,
notaste
que te escribí un poema
y te di las gracias,
que hablé
de dedicarme a lo que más me gusta,
que hablé de escribir.

Te hablé como nunca antes,
te vi como nunca antes,
fue todo tan claro,
está todo tan claro
haber dejado
todo
gracias a vos.

No sé ahora,
no sé de acá en más,
no sé más nada
más que lo que ahora sé
y lo último que supe
tapa todo lo anterior,
lo último que supe
es la verdad más grande,
la más completa,
la más perfecta.

No quiero decir
ni una sola frase repetida,
quiero encontrar
formas completamente nuevas
de decir las cosas,
está todo por empezar,
sólo veo
mi número de la suerte,
acaba de salir
en el sorteo.

De cada segundo
hay un antes y un después
y la vida
es después,
ahora si
es mi hora,
ahora sí
hay
una puerta que está cerrada
y una puerta que está abierta.

No sé si pagar
porqué ya pagué mucho,
espero un tren
y quizás sea el último
el que estoy tomando.

De pronto encuentro
que la vida cotidiana
me dicta versos
con una voz incansable,
eternamente antigua,
no hago más que pensar
en las formas de la poesía,
en seguir
encontrando letras
para dejar testimonio
de mí.

Ahora
el tiempo tiene otro valor,
ahora
parece pasar más rápido
y quedar menos,
ahora
cuento los días,
me siento propio,
pertenezco.

Lo bueno de las verdades
es que nunca se olvidan,
dejar la basura en un rincón,
ver delante.

Quería decirte
lo que nunca dije,
nunca antes
de esta manera,
quiero dejar de hablar,
después de que entiendas
quiero cerrar la boca,
empezar de nuevo,
decir que si,
ser parte,
no testigo
de un camino tan propio.

lunes, 1 de octubre de 2012

Inicio I (Octubre)

el que este libre de contradicciones
que tire la primera certeza.

No todo lo que uno dice es importante. Expresado de esta manera uno podría entender que la mayoría si lo es. En lógica pura, no todo es distinto de todo y en lógica pura casi todo y casi nada son sinónimos. Probablemente yo sea mejor entendido si reconozco que casi nada de lo que digo es importante, no obstante lo cual sigue siendo importante la manera en la que digo, serán muchas veces nimiedades, intrascendencias o perogrulladas, o el refrito de algo que ya sabemos todos, como estos programas de televisión que lo único que hacen es mostrar lo que dijo otro. Cada tanto encuentro cuando me zambullo en un mar de palabras una perla, que podría decir que justifica mi esfuerzo aunque no requiero justificación para hacer lo que hago y tampoco es un esfuerzo. Quizás si -y lo digo confiado- justifique el esfuerzo de mantener la atención hacia mi voz confiando en que el azar se repita y aparezca alguna perla, y esto lo digo yo confiando en que ya hayan encontrado alguna.

Noté las ultimas noches que hay días en los que escribir se convierte en un trabajo doloroso en el que en algún momento me olvido la palabra y en otro momento me olvido el concepto y en otro momento me olvido el hilo de lo que venía diciendo y me encuentro en una situación en la cual me siento muy vulnerable, como si hubiera estado corriendo y aleteando, remontando vuelo entre valles y quebradas y descubro que no tengo brújula o no tengo alas o no hay viento, y es desesperante la sensación de saber que sólo nos mantiene la inercia y que cuando la inercia cese caeremos en un clavado vertical contra el suelo, moriremos una vez mas, perderemos otra vida, y luego a levantarnos, ponernos de pie y seguir andando. En esas noches siento que mis poemas son mejores, siento que logro liberar la voz y la voz que después encuentro me agrada y me satisface. Con la prosa estoy distinto, la imposibilidad de rever los párrafos anteriores en una grabación me obliga a intentar hacer un ejercicio de la lucidez, y muchas veces logro ese ejercicio y lo logro con tanta perfección que me asusta el resultado, encontrar y decir ¿yo dije esto? cuando este esto puede ser parte de las cosas que uno prevé no decir. Probablemente esa perfección no vea la luz, salvo que haga alguna excepción que no veo probable a corto plazo, pero algo de eso que decía voy a decir ahora que tengo un poco más de control (un poco, apenas).

Quienes se han dedicado a leer las cosas que escribo, quienes le prestaron atención de entre todas esas cosas a las que podemos juzgar “más personales”, ellos conocen un montón de detalles y situaciones y opiniones, conocen cosas que me han pasado últimamente, conocen mis estados de ánimo, mis humores, conocen a la persona en la medida en que yo lo permito. Cada una de las cosas que muestro es una unidad de un todo que también es unidad. Cada parte tiene su razón de ser, tiene su intención, tiene su lógica, tiene su propio valor y este es un atributo que me preocupa, un par de atributos, coherencia y congruencia en si misma, y la suma de todas estas partes tiene también coherencia y congruencia, aunque algún purista encontrará contradicciones, a las que defiendo junto con mi derecho a tenerlas como parte de un todo, podría decir –me gusta esto que voy a decir y por eso lo puse como subtitulo- el que este libre de contradicciones que tire la primera certeza. Digo y me contradigo y vuelvo a decir, por varios motivos, que resumo en mi condición de humano, soy mucho más que un animal intelectual, soy mucho más que una persona, soy varias personas en un solo envase, y entre mis distintas personas se turnan en tomar el control, quizás porque la persona principal se distrae. Soy de alguna forma un gran titiritero, montando una gigantesca representación, a una escala casi unitaria, una función de teatro, un simulacro, donde cada uno de los actos es por sí sólo y el conjunto de los actos forma una vida. Esa vida que se ve públicamente no deja de ser una representación. Hay, para entenderlo todo, que saberlo todo; para entender más hay que saber más, y soy un celoso vigilante de frontera entre lo decible y lo indecible. No importa que es lo que digo siempre y cuando pertenezca al continente de lo que se puede decir y no importa no decir lo que no digo si eso pertenece a la región de lo indecible, bien sea por temor, bien sea por respeto, bien sea por esconder a los ojos de otras personas miserias y escorias de las que aun no me libero. Las personas conocedoras del secreto entienden mejor.

Tengo una amiga por ahí, que duda y consulta su suerte en un juego, y le sale repetidamente la tarjeta que dice “El universo conspira a favor tuyo”. La otra noche, mientras hablaba conmigo mismo en lo que podría considerar un primer ejercicio de este texto recordé esta frase, cuando al detenerme frente a una vidriera con ropa de niños (había algunas prendas de las cuales no tome registro) destaqué una remera de color verde con unas letras que haciendo caso del estigma del lector miré de izquierda a derecha y de arriba abajo como hacemos en occidente y me encuentro dos palabritas: Hey you (Ey, vos) y digo la remera me esta hablando y esto es una prueba más de una conspiración universal que, notifico al universo, ha dejado de ser conspiración a partir del momento en que tomé nota de su existencia. Es un complot, el universo hace lobby descaradamente por mi causa, y yo tan tibio, como un Jonás atragantado en la garganta de la ballena. Hey you son las dos primeras palabras de una canción cuyos acordes no puedo postergar cuando las escucho, me vuelve a la cabeza inmediatamente la canción de Pink Floyd, me vuelve a la cabeza inmediatamente la película The Wall que volveré a ver y si de casualidad fuera cierta la expresión de que ya la vi una docena de veces esta próxima seria la vez numero trece, que es un número que puede ser un presagio, después de su lectura trivial como un número que anticipa algo no deseado.

Le voy a tomar otro significado, el año tiene doce meses, el mes número trece es el descuento, el mes número trece es tiempo extra y empezar el mes número trece es empezar el último, después no hay más. Como la palabra da una vuelta que yo hoy entiendo y me quiero asegurar que quede claro ¿quien puede decir que no está viviendo su mes número trece?, ¿quien está seguro de que le quedan dos meses más?. Hey you. No recuerdo la letra, pero como muchos de los poemas de Pink Floyd, es muy probable que habiendo llegado a la verdad les encuentre el significado oculto. Este “habiendo llegado a la verdad” no debe ser tomado tan literalmente, la verdad es un inalcanzable, la verdad es la cima de una colina, a la cual llegamos para ver que hay otra colina más, hasta la última que no sé si la veremos, no sé si cuando, quizás en el mes número catorce, asumiendo que existe. Esta verdad a la que llegue es apenas un escalón mas arriba que la verdad anterior, y mirá, que sorpresa, porque si esa escalera llega hasta el cielo, ahora voy a tener que leer nuevamente una canción de Led Zeppelin.

Ayer de purísima casualidad (purísima es una casualidad a la que no le encuentro ningún defecto) encontré algo tras lo cual le dejé un saludo sentido a la persona que lo escribió, porque la cadena de casualidades empieza por haber sido alguna vez un espermatozoide mas ágil que el resto -no voy a ir tan lejos enhebrando la historia- hace poco más de una año me desperté, hace poco más de un año empecé a escribir, hace poco menos de un año me empezó a leer otra persona de quien hoy soy amigo, que promueve un espacio llamado Club Atlético de Poetas, que tiene su lugar en Facebook, al que le dedico un rato, una mezcla de comunicación y divertimento, donde una persona invita a leer un poema, invitación que veo y acepto y leo alguno más de sus poemas más recientes y con cierto interés por tener una visión más amplia de la persona me voy a ver que es lo que esta persona lee y de lo que esta persona lee (que es una lista rotativa que depende del azar, que depende de en que momento una persona publica lo que publica) encuentro unas “instrucciones para perderse” que si no hubiera conocido a Cortázar el último año, si no hubiera leído las “Instrucciones para subir una escalera” que de casualidad se cruzaron por ahí y no me hubiera interesado por eso y no hubiera encontrado que escribió un compendio de instrucciones para diversos fines no hubiera sospechado que pudiera ser de Cortázar y probablemente ni siquiera lo hubiera ido a leer.

Con una prosa hermosa, con una manera de decir interesantísima, que son dos herramientas de distracción útiles cuando lo que se va a decir no es importante ni trascendente ni tiene valor en su contenido –recurso del que es notorio que abuso-, pero más allá de la forma y el tono y el ritmo, que lo hacen ameno, llevadero, interesante, divertido, me llega en un momento tan, tan especial. El contenido vale la pena en cualquier momento (y voy a dejar una invitación teledirigida al pie de esto para que lo encuentren) el contenido en si vale la pena pero el contenido me llega en un momento en el cual, a las puertas del mes número trece, hay un pie que da un paso y el otro se clava al suelo. Se lo agradecí en privado y este será un agradecimiento público que como Cipolletti no queda tan lejos de donde viven algunas personas queridas quien sabe algún día se lo pueda reiterar personalmente y contándole alguna parte de lo que no digo acá, para que pueda entender mejor.

Le había planteado también algo que puedo hacer público, el consabido cuento de la mariposa, de que de su aleteo dependen tantas cosas, texto que a todos nos gusta, que todos conocemos, en el que todos creemos, del que yo en esta mezcla de memoria y amnesia registro algo de algún cuento leído en mi temprana adolescencia, donde alguien se suicida por una serie de azares encadenados. Lo creemos, nos gusta y lo damos por cierto, pero de pronto lo experimento en carne propia, lo vivo en primera persona, y a partir de ahí tomo nota de mi grandísima responsabilidad como casualidad andante que se cruza con la gente, lo que habiendo tomado nota me obliga a actuar en consecuencia y con mayor responsabilidad cuando mis palabras y mis manos se ponen pegajosas o filosas, pero me obliga también a agradecerle a la persona que lo escribió y a quien sea el titiritero absoluto haber puesto esa piedra en ese recodo de mi propio camino. La semilla necesita la lluvia, el abrigo del suelo y el sol, pero la lluvia debe ser oportuna y por eso es que agradezco que haya caído tan a tiempo.

-.-

PD: no se pierdan estas instrucciones
http://reyalejandra.blogspot.com.ar/2012/09/instrucciones-para-perderse.html

PD: Stairway to heaven
http://www.traducidas.com.ar/letras/led-zeppelin/stairway-to-heaven

PD: Hey You
http://www.letrastraducidas.ws/2009/03/pink-floyd-hey-you.html
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