sábado, 7 de enero de 2012

Au revoir

Me dejaste
el aroma del café que se enfrió,
la conciencia de tus codos en la mesa,
y todas tus lágrimas,
sobre una carta innecesaria.

Dejaste,
al mozo mirando, sorprendido,
como si no te creyera,
como si desconfiara del motivo,
y a los parroquianos ajenos,
en ilusiones fugaces.

Me dejaste,
tu mirada serena,
estrellada en un espejo acusador,
y tu última apuesta,
entrando por la sien derecha.

6 comentarios:

  1. Te deja la herida para que tú pongas la cicatriz.

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  2. Todo, todo el poema tiene fondo de tango. Me gustó muchísimo.

    Besos!

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  3. Madre mía, qué terror. Al principio que recordaba a la canción de Calamaro de " te levaste la flor y me dejaste el florero", pero al final... ay, quñe desazón, con la penita que tengo yo esta noche.

    Un saludo!

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  4. Buenísimo! es muy tanguero, y muy contundente.

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  5. Nada que ver, como tú me decías, salvo que son modos de despedida.
    Un saludo.

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