Felicidad

Vengo como de racha, enhebrando pequeños sucesos, que me alegran.

Anoche, apenas al llegar a casa, senti algo en el aire, un buen presagio. Voy a evitar hablar aqui de lo que solo dos personas debemos saber, pero la intuicion fue cierta, y claro esta, suficientemente cierta como para justificar este especial sentirme de hoy, fuerte, poderoso, invencible. Y nos queda aun la proxima promesa.

Las cosas tardan en pasar, pero llegan a su tiempo. Bienvenida Pothnia, te has ganado un lugar de privilegio en este blog. Espero mantener tu interes despierto, y si te quedas un tiempo veras a otros sumarse, pero te quedara para siempre el merito de haber llegado primera.

Debo reconocer que estaba algo intranquilo, viendo blogs con muchos seguidores, gente que ha decidido hacerse oir y es escuchada; algo de celos quizas, porque otros tantos y yo tan poco; quizas si hubiera parido o supiera parir a Terremoto Crazy, o pudiera convertirme en una usina de temas de interes como Luis y Andrea, o tuviera el don de la brevedad, sumaria mas. A mi mismo me pasa, que caigo en un blog y en un par de minutos debo decidir si me quedo o no, si esas palabras me llegan a algun lado. En fin, agradezco que mis ganas de escribir sean independientes de las ganas del mundo de leerme, por suerte esto es gratis, y no requiero sponsors ni mecenas ni tengo una preocupacion por el marketing ni me obliga el rating, aunque, no niego, me complace saber que mi voz es sintonizada, y que alguien esta pendiente de ver que digo. Disfruto escribir, me agrada que me leas, me halaga que lo hagas publico ¿si entiendes lo que digo?. Recuerdo una entrevista a Constantini, hacedor del Malba, reconociendo su duda a la hora de bautizar el museo, cediendo a la tentacion de poner su nombre por ahi, como un subtitulo. Es algo asi lo que digo y hago analogo, digo lo que quiero decir, lo importante es que este dicho, lo importante es que lo escuches, y no es importante que sepas que lo dije yo, pero igual lo firmo, y secretamente prefiero que lo sepas.

Una gran noche, mi primer seguidor (seguidora para los que precisen ser especificos, Pothnia espero que no sea tu caso), un lindo amanecer, y un hermoso dia de sol. ¿Se puede pedir algo mas?.

Si, es una pregunta tonta, es solo para darme pie, para tomar un respiro y un trago de agua mientras escucho un si, repetido como eco, con distintos tonos, si claro, si boludo, por supuesto que si, si y ya lo sabes, si y si.

Comence mi dia laboral en Barracas. Para quienes hemos elegido la vida suburbana, la ciudad es a veces un oprobio y a veces un mundo de ensueño. Hoy me toco Barracas, que es una parte de Buenos Aires que parece bien Buenos Aires, bien de barrio, en partes modesta, en parte antigua, donde se respira otro aire, otro ritmo. Hice lo que tenia que hacer, sali a la calle a recuperar mi auto, y me encontre con esta puerta:


Me llamo la atencion, el colorido, el nombre "casa de estrellas", y me entretuve pensando en que habria detras, que ocurriria puertas adentro, el porque de su nombre, quienes viviran ahi, como seran, cuales seran sus anhelos.

Cruzando la calle, en un taller mecanico, una persona grande, sentada en una silla, imposibilitada de trabajar por un ¿inoportuno? corte de luz me dio charla. Decidi aceptarla. Hay en el primer momento de una conversacion casual una oportunidad de hacerla fugaz, devolver el saludo con una excusa cortes y seguir marcha, que no hay tiempo que perder, y escribo esto pensando si me contradigo con lo que dije por ahi sobre la diferencia entre perder el tiempo y hacer nada. Luego si hice nada mientras manejaba aprovechando el tiempo, pero primero me regale esos diez minutos, en los que hablamos de varias sencilleces, y no creo que sean tiempo perdido, al fin y al cabo recuerdo mejor los detalles de esa casualidad que la cuenta de los semaforos hasta mi proximo destino.

En Desiderata, texto que comente, y al que adhiero, dice algo de escuchar tambien al aburrido y al ignorante; asi supe que este señor tiene como yo un Renault 11 en tramite de venta, un fiat 600 que queria arreglar para tenerlo en una casa en la costa, supe que mantiene la ilusion de arreglarlo pero no tendra la casa en la costa con lo dificil que esta todo, y el sabe que los seguros de ambas puertas traseras de mi auto estan rotos y la calefaccion tambien y que debo hacer que se apague antes que llegue el verano, y algunas otras cosas mas nos contamos, asi de importantes, asi de necesarias, asi de imprescindibles.

Sali de alli, mas hacia el centro. Un poco antes de llegar al infierno, mientras espero la luz verde de un semaforo queda a mi izquierda un ceibo en flor, luciendo su mejor rojo. Lo miro, me quedo mirandolo, al ceibo y sus flores y a un pajarito, ¿un gorrion quizas?, (de ese tamaño y color, pero con la cola mas larga de lo que recuerdo que la tengan los gorriones), luego un segundo gorrion, revolotean, imagino o supongo que son pareja, las aves son monogamas en general ,si no estoy mal enterado, y luego un tercer gorrion, y ahi puse durante unos efimeros segundos la telenovela, de la gorriona y el gorrion y el tercero o la tercera, que importa el detalle. Miraba y veia todo eso en veinte segundos, y mientras yo hacia todo eso los autos alrededor solo vieron el auto de adelante, los espejos retrovisores, la luz del semaforo y quizas no miraron ni vieron ni el ceibo ni las flores ni los gorriones.

Asi son los dias, cuando son buenos. Llenos de estas pequeñas cosas.

Despues llegue al centro y al garage y a la oficina y al garage y a la avenida Cordoba y a este otro lugar en Chacarita, todo esto se confabula para desmerecer el dia, pero veo que tuve tiempo ya casi de cerrar este resumen, al que le falta anteponer un "Querido diario intimo", que son casi las cuatro de la tarde, en un par de horas me voy de aqui, y que solo falten dos horas ... sigue siendo una de esas pequeñas cosas.

Y que me esperes en casa. Y que quizas anticipemos la promesa. Son otras dos.