viernes, 28 de octubre de 2011

En viaje

Por una curiosa coincidencia,
quizas no tan casual,
coincidimos hoy algunos cuantos,
en respirar el mismo aire al mismo tiempo,
en el tren de las 8 a Plaza.

Me dedique como en un zoologico,
o en un museo, o en una tienda,
a mirar caras y gestos,
a suponer la vida de cada uno,
como un voyeur de almas.

Vi sueños, diarios, algun libro,
muchos auriculares, demasiadas soledades,
algunos miraban detras del vidrio,
unos pocos conversaban en voz baja,
trivialidades mantenidas en privado.

Cada cual en su mundo,
no he visto ninguna pareja,
no me toco ver ningun niño,
y si vi muchos abrigos opacos,
todo parecia un poco falto de brillo,
como los ojos apagados y borrosos,
de quien no esta yendo a donde quiere.

Vi tambien, fugazmente en un espejo,
a alguien que quizas era yo mismo y quizas otro,
disimulando una cara de estupida alegria,
recordando o imaginando quizas alguna historia,
un entramado de piernas, o algun banquete intimo,
ya ocurrido y expectante,
en algun rincon cercano y proximo del dia.

3 comentarios:

  1. Cada vagón es un universo de posibilidades.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Esas alegrías que a veces parecen tan fuera de lugar... pero capaz es que el lugar esta muy fuera de la alegría, por lo menos para un voyeur de almas!

    ResponderEliminar

Prefiero no recibir comentarios anónimos y sin firma.
Si no tiene una cuenta, invéntese un nombre de fantasía.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...