Debiera encontrar un equilibrio entre mis ganas de escribir y … ¡caramba, me acabo de olvidar!
Estuve hablando algunas cosas antes, durante yo creo que unos quince minutos, que no sé si recordare pero eran palabras muy importantes, muy bien dichas, y da la casualidad -se reirá una amiga, ¿da la casualidad?- de que me olvidé de apretar el botón Play. Mi blog es un espacio personalísimo, donde hay una unidad general de todo y especialmente de lo que digo sobre mi mismo, en primera persona. Yo se que cada una de las cosas que digo tiene su lógica y es una unidad valida y el conjunto de las cosas también es una unidad valida con ciertas contradicciones, lo que parecen ser contradicciones cuando se mira muy de cerca un conjunto; cuando se lo mira con otra perspectiva lo que parece una contradicción en realidad es una armonía, un denominador común, un idea general única. El conjunto se ve también completamente coherente, tanto el conjunto como sus partes son congruentes, porque el gran titiritero que vengo siendo yo mismo decido que decir, y cierto dominio, cierta capacidad de gobernar la palabra me permitió formar este gran acertijo, esa suma de las partes que parecen haber dibujado algo pero no deja de ser un simulacro, una gran representación, porque a ese dibujo por acabado que parezca le falta lo que no esta dicho para ser entendido. Yo se, hablando entre personas, lo que dije y lo que no dije. Tengo un poco mas claro que es lo que no dije que lo que dije, pero no ejerzo un deber de vigilancia fronteras adentro de cada uno de estos dos continentes. De todas las cosas que se pueden decir no importa cual es la que se diga, y de todas las cosas que se pueden no decir, no importa cual es la que puede no decirse , en tanto y en cuanto tengamos perfectamente claro que lo que puede decirse se diga y lo que puede no decirse no se diga. Me interesaba conocer tu opinión le preguntaba en un momento a la persona que iba a ser destinataria de la hoja que no escribí, la versión original de todo esto. Ahora estoy recordando la idea, pero no estoy recordando las palabras. Eran mejores aquellas, eran mejores aquellas.
Lo verdaderamente importante es pasarla bien. Eso es lo que estoy tratando de hacer. Voy por la calle, y tengo no solo la sensación de que el universo conspira a favor mio (voy a explicar el verbo, porque la conspiración tiene algo de secreto y lo que el universo quiere hacer conmigo lo veo en todos lados). Entonces me paro frente a la vidriera de un negocio de venta de ropa para niños, donde hay una remera con letras y como lector no puedo evitar mirar las letras en orden de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. La remera me dice “Hey You”, lo cual constituye un llamado de atención aunque no entendamos inglés, Hey You, y ahí en ese Hey You, mientras digo esas dos palabras ya suena el primer acorde, el primer par de acordes de uno de los tantos temas de The Wall. Yo veo, veo señales, claras, sobre lo que necesita mi vida.
Y lo que he decidido es -que verbo horrible- malcriarme un poco. He decidido convertirme en un niño caprichoso y darme todos los gustos, entre los cuales escribir es uno, es uno importantísimo, y como por ahí no puedo darme en este momento todos los gustos que quiero, de los que me quiero dar y puedo me doy mucho. Esto que acabo de decir es lo mismo que decir que escribo a partir de una carencia, hay por lo menos un gusto que no me puedo dar para que tenga tanto tiempo y tanta necesidad, porque es mas la necesidad que el tiempo, de ponerme a escribir.
¿Que es lo que necesito?. Lo sé. Yo se lo que necesito y se que no puedo, se lo que necesito y se que no puedo y también se que si se quiere se puede. Es cruel cuando se cierra el circulo. La conclusión es que lo necesito pero no quiero, y esto es que me falta poco, me falta muy poco para querer lo que necesito y poderlo, y completarme.
Encontrar de escribir que es un gusto, que es un arte, y que una vez superada la urgencia por decir, podremos preocuparnos debidamente por la forma en que se dice, e ir detrás de un proyecto -que de las cosas que se que quiero esta es una que quiero mucho-, la posibilidad de sobrevivir de la palabra. No puedo aun pisar el freno, no puedo aun decir bueno ya está ya dije lo que me urgia decir ahora demos el paso y convirtamos lo que es una necesidad adornada por un talento en un talento a partir del cual podremos calmar otras necesidades.
Yo creo que va siendo hora de dar algunos pasos. La esquina esta más cerca. Esta mas cerca que hace un rato. Y es una decisión de cada uno dar esos pasos. Quisiera que algunas cosas no se noten hoy, o por ahora.
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