miércoles, 27 de agosto de 2014

Un instante

Una a una fueron cayendo mis máscaras,
ya solo la soledad se unió a mí
infectando mis células hasta oxidarme todo,
corroído y degradado hasta que fui de carne
un alma perturbada por lo bífido,
un alma bifurcada por el timbre del silbato,

Cuando la presencia se divorcia del cuerpo
es cuando de tan solos no somos nosotros mismos,
cuando una u otro es un lastre ausente
caemos a un oscuro donde lo profundo
logra que hasta nuestra sombra nos deje.

-.-

Un recreo
me aterrizó en la cara hoy,
la necesidad de improvisar de nuevo
y elegí,
tropecé y elegí
una por una mis nuevas escalas
y tropecé
y cancelé una por una cada una de mis nuevas escalas,
no hablé con más nadie mas conmigo,
desistí de hacer cualquier otra cosa
excepto tropezar
y las señales de humo por llegarte,
des elegí la pintura y el baile
por darme a ti
para darte de mi lo que preciso sacarme,
una intranquilidad permanente ante tu nombre
como si hubieras algo que no fuera un misterio.

-.-

Y me pasé la noche así,
tropezando y eligiendo
no hacer otra cosa que pensarte,
como si tu nombre fuera cierto,
como si de verdad creyera
en la teoría de que todo
es un gigantesco prólogo
y un instante.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...