la noche alumbra
mi sentencia de nodrizas secas
de pechos impares
de alimento tibio y acre,
me humedezco sumergido
en un sopor agrio y maloliente
antes de sepultarme
en un arrullo viscoso.
Retrocedo
al día antes de nacer
cuando todo era promesa
y aun más,
un instante más allá,
en sòlo ocho segundos
lo comprendo todo,
lo comprendo todo,
la vida pena de muerte
por el precio del castigo,
revancha de la semilla fusilada,
venganza de la bala asesina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Prefiero no recibir comentarios anónimos y sin firma.
Si no tiene una cuenta, invéntese un nombre de fantasía.