Estoy atento a muchas voces
y podrías preguntarme
si distingo la tuya entre todas;
no sé si coincidimos
en cuestionarnos esto
y quizás te pase lo mismo:
la duda no descansa ni perdona.
Somos humo hecho señales
disfrazadas de ecos y respuestas,
deseosos de compartir la orilla
el tiempo se nos va río abajo
mientras buscamos la seguridad del vado.
Ignoro muchas cosas que tu no,
conozco pocas canciones
y envidio los dones de artillera
con que atacas mi refugio,
de la duermevela al sobresalto
y de vuelta a la quietud,
pero ni mucha ni bastante,
apenas la necesaria
para que el péndulo extrañe..
Hay que tener cuidado con las artilleras, :)
ResponderEliminarSaludos.