Hay un poema que no puedo escribir
y yo se que después de ese vienen todos,
pero mientras lo negro sea negro
el silencio será oscuro.
Hay un poema que no puedo escribir
porque no puedo,
porque la mano se niega a la palabra
para escuchar fantasmas aplaudiendo,
para negarle la luz a la semilla.
Hay un poema que no puedo escribir,
y no puedo, no puedo,
y entonces copio poemas parecidos,
encuentro voces que suenan como mías
y hablo en el nombre de los otros.
Hay un poema que no puedo escribir
y aun no puedo,
y me encuentro obligando a las falanges
a escribir la voz que se me impone
a desoír al coro que acompaña.
Hay un poema que aun no pude escribir
será el que sigue,
tal vez el otro,
tal vez mañana.
Me pasa eso, y me siento ahogada, como de llevar días y días de respirar arena...
ResponderEliminarSaludos.