jueves, 17 de enero de 2013

Leí a Umberto

I

Furgón
de cola,
detrás
solo queda
una estela,
por delante
la vía,
rieles,
la vida,
estaciones,
trasbordos:
al menos
uno
en la próxima
parada.

Los dragones
remeras rojas
y la semiótica
haciéndose acertijo
y carambola.

Afuera,
mirar afuera
adentro,
justo acá,
justo ahora,
un travestido
prepucio,
cambia
hacia allá,
curiosidad
bajo el mar.

Coincidencia
o azar
del dragón
la dragona.

Denuncia
la vida
eficaz
eficiente:
eco, eco,
ilusión,
hoy
empecé a escribir.


II

No cambia
nada
lo que era
lo que vi,
verdades
emergentes,
palabras
adecuadas,
símbolos
o presencias,
dudo
entre visita,
invasión,
continuar
en la refracción,
silencios,
economías,
publicidades,
luces verdes,
carriles
irrespetados,
regateos,
provechos,
ventajas,
anonimatos,
conocimientos,
intenciones,
intimidades,
intimideces,
facsímiles,
dramas,
comedias,
teatros,
prioridades,
anhelos,
arribos,
pausas,
mas remeras,
olvidos,
continuidades,
socialismos,
calles nuevas,
sobresaltos,
nombres viejos,
traducciones,
registros,
maniobras,
renuncias,
aparcadas,
cerraduras,
llaves,
destinos,
música,
fiesta,
placeres,
calma,
puntos finales.


Bonus

19:58
Hace un rato escribí un poema titulado “Leí a Umberto”, ni dirigido ni dedicado pero seguramente influido por una lectura reciente de un libro suyo. Podría extender un poema que di por finalizado -quizás le agregue una postdata- resumiendo el hecho de que al estar barriendo mi casa, sacando el polvo acumulado, rescato de su cercano, fortuito, cuasi probable, posible, indeseable e inminente (estas eran las palabras que buscaba) destino de basura un dije, un pequeño arco del triunfo que reclamaré para mí, porque esto también es un símbolo. Hablaba exactamente de esto hoy con otras voces.

21:01
No sé que fue lo que vi. Estoy dando un paseo errático en bicicleta que me encuentra buscando un lugar oportuno donde deshacerme de una manzana inoportunamente vieja, cuando veo una luz muy fuerte y muy rápida que hace una rajadura en un cielo diáfano que lleva un rato comenzando a oscurecerse para que resalte una luna que se encuentra en uno de sus dos cuartos. Quisiera decir que fue una estrella fugaz, pero fue una luz más fuerte y más rápida y duró menos. En esa fracción de segundo, la que duró desde que vi la luz hasta que me di cuenta de lo que no era, recordé de que hablaba hoy cuando empecé hablando de los signos, los símbolos y terminé hablando de las señales que veo. Hablo del poema y su postdata y su segunda postdata:


PD

Barrer,
desterrar,
rescatar arcos
triunfos.

Luz fugaz,
suficiente,
luz al norte.

1 comentario:

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