I
En luna llena,
cuando la reina poseída,
abandona el luto y se viste de novia,
el rey de los grises
se entrega al sacrificio,
complacido de su suerte.
II
Un ejército de trebejos,
avanza por los escaques,
se encarama a las torres,
cabalga entre alfiles y enroques,
hasta despejar el tablero,
de molestas distracciones.
Al final del juego,
solo queda una reina,
y un peón coronado,
dispuesto a perseguirla.
III
Hago avanzar mis peones,
desesperados de alfiles y de torres,
respondes a mis ataques,
inventando enroques de cintura,
el lecho es tablero y es testigo,
del zigzag entre tus jaques y los míos,
mientras galopan desbocados,
caballos, centauros y unicornios.
Te haré jaque mate en el ombligo,
cuando mi rey alcance tu bastión
y se corone peón al fin del juego.
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