a las dos de la mañana
hay una función
la venta de discos a la gorra
todos somos actores
un poco ácidos y un poco cítricos
con garras creciendo en los ojos
sube y baja la presión
la invitación resuena
quizás nunca vuelva a ver al borracho
con el que compartí una conversación
quizás no vuelva a ver a nadie
o amanezca con dos Alephs en los ojos
conociendo todo.
Rastreo la señal
sigo la música
me bajo del tren
y me encuentro con mis nuevos amigos
igual de bien que anoche
el saludo fue algo así como un nos vemos.
gente que vive una pasión
al borde de la cordura
del otro lado
estamos llegando
ese fugaz momento
en el que dejamos de avanzar
escuchar un poco a Los Redondos
acelerar el paso
vaciar el verbo confesión de contenido
convertir en bendición la maldición profética
hacer silencio y respirar hondo
poner un pie y la cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Prefiero no recibir comentarios anónimos y sin firma.
Si no tiene una cuenta, invéntese un nombre de fantasía.