Cuando me pongo cerebral
recito recuerdos.
Me saqué la cabeza,
la sostengo en las manos,
juego Hamlet,
uno habla,
el otro actúa
y el otro mira,
sostenemos conversaciones
conferencias,
cónclaves,
dejamos que nos lleven los pies
o la cabeza
o el culo
o las rodillas,
pensamos con el ombligo,
conversamos con los codos,
de pronto soy yo
y de pronto mi testigo.
Por un momento pensamos
en todo lo que significa
la palabra flores,
el anuncio del amor
o de la muerte
o la locura.
Me empeño en hablar
desde adentro de los renglones,
en recitar mi voz desde el papel,
en coleccionar versos
digo y soy al tiempo
la línea que dibuja las letras.
Me hago concesiones
sin darme cuenta
me apropio del nombre de mi hijo
concedido por Dios,
Desiderio, Desiderata,
y recuerdo la oración
que más me gusta,
paso revista
para ver como se cumple
desde la recomendación
de andar plácidamente
hasta la recomendación final
de poner el esfuerzo
al servicio de la felicidad,
una enciclopedia vital,
la suma del conocimiento,
creo que contiene
todo lo que se necesita saber,
creo que es
uno de los perfectos resúmenes
de la sabiduría,
hay más breves,
ama
y haz lo que quieras
es más corto aun,
ama
es el más corto de todos.
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