y desde allá desando el camino
hoy vi el amor demasiadas veces
para elegir acostarme solo.
No sé porque no supe hacer mas,
agregar mis labios sobre un beso ajeno,
tomé nota de otro amor imposible,
de un amigo, una mujer y un nuevo amigo.
Otra noche más en Ludoviko,
cada vez más cerca del otro lado,
le conté al nene mis intenciones,
le mostré la mano que sostiene la piedra.
Será ese día tarde o temprano,
tarde es nunca, nunca es tarde,
no se sabe lo que voy a decir,
hablaré del padre y de la madre,
de sus ausencias y de todo lo que signan.
Un poema más, no sé si decir esto,
no sé si decir que no sé que decir,
el camino se me hace largo
la hora se hace difícil,
ya no quiero más hablar de nada.
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