Huellas,
testimonios de ayeres ajenos,
o nuestros,
que ya no nos son propios.
Nada del pasado nos pertenece,
ni lo que creamos,
ni lo que creímos,
todo son marcas en la arena,
caprichos del agua y del viento.
Huellas,
recuerdos fugaces,
moribundos.
Hay de esas huellas que nos llenan de una nostalgia infinita...
ResponderEliminarPor supuesto que lo voy a leer, gracias!
Saludos