Todos los vaticinios son tan ciertos como falsos,
vagas y maleables premoniciones sin dueño,
horóscopos dados en subasta al mejor precio.
Han muerto estériles los oráculos desiertos,
y los infinitos verbos conjugados en las profecías
son apuestas a seguro en la eternidad del tiempo.
Pero pese al incierto presagio de un fin de los finales,
jamás me oirás pronunciar la voz apocalipsis,
ni te diré la fecha de cada una de mis lápidas.
Deseo y necesito confiar en el futuro.. sino no hay manera de tirar palante..
ResponderEliminarUn beso
Los oráculos han muerto, y el futuro está bastante enfermo... qué será de nosotros!
ResponderEliminarSi, mejor concentrarse en vivir. De las lápidas...... lejos.Saludos!
ResponderEliminar